Cadenas

Hará unos cuatro años más o menos que tengo una dirección de correo (al menos) a la que he dado cierta vida. Ya tengo cuatro, aunque una no la uso nada.

Es curioso cómo en este tiempo te vuelven a llegar de nuevo correos, que son de cuando se hacía la mili con lanza, con leyendas urbanas, casos siniestros, test de amor o felicidad, recomendaciones y tantras, peticiones de ayuda para el niño Fulanito del estado de Pensilvania o Boston (no sé, pero siempre son de América) que necesita urgentemente una operación muy costosa, pero que amablemente se donará wiswis centavos por cada correo que se envíe...

Claro que, en todo este tiempo, han existido cientos de personas con muuuuucho tiempo que se han dedicado a hacer pogüerpoints dedicados al entretenimiento general. Hay de todo: tías buenas, tíos buenos, llena tu condón con puntería, mata al pollo con gripe, recorre el laberintomuydifícilquenecesitamuchaconcentraciónparaseguirloyalfinaltesaleunbicho-
gordoyfeoquetepegaunsustodemildemonios... en fin, de todo.

Y es curioso, porque toooodo el mundo está taloswés de las cadenas, pero todo el mundo los sigue enviando. Sobre todo cuando tocan el tema de "...envíalo a 150 personas en los próximos 10 minutos o se te caerá la picha a cachos y no te comerás un colín en 17 años..."

Es que con las cosas de comer no se juega... y eso se nota. Así que he decidido que en fin, las leo, pero paso. Las amenazas van por el forro; ya es bastante amenazante cada día; y el llegar sano y salvo a tu camita por las noches es un triunfo diario, así que... en fin, que las cadenas sigan su curso, que yo seguiré el mío.

Y sed menos supersticiosos, que no cambia nada la vida porque no las reenvies, ni te quedas sin amor, ni vas a tener mas, ni se van a cumplir tus deseos...
que ya somos mayorcitos, hombreeeeee...