Mi vida en Super8

martes, diciembre 27, 2005

Para J.


Carta a alguien muy querido:

Sé que no estás pasando un buen momento. Alguien a quien amas no te pone las cosas fáciles, y aunque desconozco la razón, pretende separarte de algo que en realidad te pertenece.
De hecho lo ha conseguido varias veces, pero, por difíciles que hayan sido los momentos pasados, se hizo borrón y cuenta nueva para poder seguir siendo lo que no podemos elegir dejar de ser.

Yo no puedo elegir lo que eres o dejas de ser para mí, ni quiero. Lo eres y punto. No va cambiar ni quiero que cambie. Porque nunca dejarás de serlo, a pesar de lo que otras personas quieran decidir sobre nosotros, el único que puede hacerlo eres tú. Nadie tiene más autoridad que tú. Y si tú no quieres desprenderte de algo importante para ti y tus hijos no debes permitirle a alguien que lo decida por ti. Nadie debe pedirte que elijas entre unos y otros.

Te agradezco que hayas venido, y nos hayas hecho disfrutar de vuestra compañía a pesar del precio que estás pagando.

Me gustaría decirte que cada uno de nosotros lo mismo soporta los defectos y se aprovecha de las virtudes del "jefe". Y si nosotros, que nuestro trabajo nos cuesta, le aceptamos como es, para lo bueno y para lo malo, no puede venir alguien a intentar cambiarlo, y mucho menos por las malas. Porque a pesar de todo le queremos, y cuando falte le echaremos de menos. Por ser quien es, y porque nunca nos ha negado su ayuda. A ninguno.
Pero si te ves obligado a mentir por miedo a represalias de alguien concreto, algo falla. Tienes que poder confiar en las personas que comparten su vida contigo, porque es el primer apoyo que tienes a mano. También para lo bueno y para lo malo.

Quien te quiere no puede pelarte como un gamba para quedarse sólo con lo que le gusta de ti y tirar lo que no le agrada. Quien te quiere, si no comparte algo contigo, en cualquiera de sus formas, te deja que lo hagas tú y no se implica. Así debe funcionar, porque así debe ser una larga y agradable convivencia. Si no, es imposible vivir en paz.

Por último, nosotros te queremos a pesar de todo. Y sobre todo que sepas que no te culpamos. Que si quieres desahogarte o lo que sea, sabes dónde estoy.


Besos, mi querido J. Y muchos ánimos.

viernes, diciembre 23, 2005

Aciago año

No quiero decir que el próximo año será el mío porque lo más probable es que se fastidie si lo digo. Al menos éste que termina ha sido benevolente en su último tramo. Ultimísimo.

Ojalá por fin tenga un año que pueda llamar "mi año", en el que me salga al fin lo que me proponga, y que mi optimismo sea el natural y no el forzado para fingir que todo está bien. No quiero lamentarme más de lo justo, porque no lo merezco. No tengo graves problemas.

Aunque ciertamente la época de la Navidad sí me parece hipócrita, surrealista y desmedidamente recargada, si al menos sirve para que por una pequeña porción de tiempo la gente se vuelva un poquito mejor, me doy por satisfecha.

Aquellos para los que esta época no es gratamente recibida, un mensaje de ánimo, con la intención de que no se queden mirando lo superficial, sino que tengan la curiosidad de ver qué hay más allá de lo evidente. Quizá se sorprendan de lo que pueden encontrar en ambientes, personas, lugares... Quizá una atmósfera de generosidad, sólo motivada por las fechas, debemos valorarla como lo que es: un tesoro que tal vez no vuelva hasta el año que viene.

Al resto, desearles unas Felices Fiestas, con la intención de que sean mejores personas, no se enfaden o molesten por lo que verdaderamente NO merece la pena... así quizá creemos un mundo - nuestro pequeño mundo - más confortable, donde sea menos doloroso vivir, y donde tal vez pequeños retazos de felicidad nos hagan más agradable la existencia.

Si yo te hago más agradable la vida y tú a mí... puede que nos ahorremos muchos disgustos, ¿no te parece?

¡¡Sed Felices!!

miércoles, diciembre 21, 2005



No siento nada bajo mis pies. Miro allí. Sólo vacío. Pero no es una mala sensación, al contrario.
Nada me pesa, nada me inquieta. Aire limpio y perfumado me rodea.

Calma chicha en torno a mí, y un horizonte brillante titila a lo lejos para decirme que me acerco, poco a poco, con pasos etéreos a la vez que firmes, porque avanzo, aunque sin sentir que ocurre verdaderamente, avanzo para vislumbrar... mi futuro.

Esto es tan sorprendente, que incluso el instinto maternal me toca el hombro, con la confianza de quien me ha tratado toda la vida... si apenas la conozco hace unos días.

Qué miedo.

miércoles, diciembre 14, 2005

Abismos


Sé que nada es seguro excepto el cambio, como cita a su admirado Pedro Salinas el a la vez por mí admirado "Alpigar". Mi vida ha cambiado, segura y profundamente por primera vez en mucho tiempo, pero he sufrido la decepción de decepcionar a alguien querido para mí. Lo más triste es que me parece que ha sido injusto conmigo. Que no lo merezco, que el rasero de medir pros y contras no estaba nivelado igual para mí que para otros, como he podido vivirlo.

Yo digo: "Tengo novio"

Él: "No me gusta" - el hecho en sí, da igual quien sea-
Yo:"Hacía 3 años que no tenía nada"

Él: "Y te vas con el primero que te dice cuatro tonterías"

Yo:"No, es el primero por el que siento algo en 3 años"


Lo que él entiende: Como estaba desesperada porque no encontraba a nadie, me aferro a lo primero que me he cruzado que me ha hecho caso.

Como si no hubiera tenido oportunidades, como si no hubieran pasado hombres con ganas de tener algo conmigo, como si no hubiera despachado a aquellos a los que no podía o no quería responder... Cosas que obviamente no le digo porque si yo no le adjudico interés, considero que no lo debe tener para nadie.


Se lo dije enseguida, porque si hubiera tardado en decírselo, no sólo habría provocado mentiras que quería evitar, es que entonces el problema habría sido que se lo ocultaba, y que por algo sería...


Había olvidado lo feliz que podía ser, y había olvidado lo poco que dejan que te dure. Sólo esperaba que se alegraran por mí. Como yo puedo alegrarme por los demás cuando les va bien, porque me alegro sinceramente, como si fuera mío. Pero no lo he recibido de quien más lo esperaba. Y ha sido una decepción para mí. También le he decepcionado pero ... la verdad es que no sé por qué exactamente. ¿Tal vez esperaba más para mí? Pero, cuánto es más, cómo es más, cuándo es más... Si estoy segura de nuestros sentimientos, ¿no es suficiente?


No.


No lo es.

No te digo qué es lo que quería para ti, pero no lo ibas a acertar jamás. Nunca lo sabrás, sólo sabrás que no es suficiente. Que no quiero que esa parte de tu vida forme parte de la mía, quiero que sepas que no me alegra, que no lo quiero para ti.

Quiero que seas feliz, pero ahora que lo eres, te aviso de que así no.

Por mí no.

viernes, diciembre 09, 2005

Mudo mi vida en dos días

¿Cuánto te puede cambiar la vida en dos días sin que te toque la lotería?
Tengo que reconocer que me han puesto todos los esquemas patas arriba. Me han hecho polvo.

Yo estaba toda tan feliz, ignorando el amor, objetivizándolo y enfriándolo todo con la biología y la antropología... y de repente puedo observar en primera fila, justo delante de mis narices, el flechazo más grande que pudiera imaginar.

Dos de mis mejores amigos se han enamorado... qué fuerte. Se conocen hace... joder, cinco días... Y desde que se vieron por primera vez no han dejado de sonreír, hasta hoy. Creo que oficialmente son novios ya; y creo que no se puede sentir más alegría ajena. ¡Nunca creí que lo pudiera disfrutar tanto sin ser mío!

Pero me han hecho polvo, claro. ¿Qué hago yo ahora con mi visión antirromántica de la existencia?Eso pensaba yo hace tres días. Pues comérmela con patatas... Porque las mariposas en el estómago han llamado a mi puerta y así, con la máxima naturalidad, las he dejado pasar... Si es que es mejor cerrar la boca...

Y si todo sale bien, próximamente os contaré el porqué del cambio de vida. Cambio total... pero sólo si sale bien...

Ainnns...

sábado, diciembre 03, 2005

Hasta las... mismísimas... AIIINNNSSSS!


Os puede parecer a simple vista que me enfado muy a menudo, pero yo creo que no... Una cosa es enfadarse y otra desahogarse. Yo ahora me desahogo por las pérdidas de tiempo que tiene la gente en asuntos tan poco productivos. Y esto está íntimamente ligado a la calidad de las personas. Me explico, que me pierdo.

Algunos son incapaces de alegrarse por las experiencias o situaciones positivas de los demás. Y yo me pregunto por qué les resulta tan difícil. Y creo que tengo la respuesta, aunque sólo divago, ¿de acuerdo?. Creo que durante un periodo determinado de la existencia de mucha gente, se tienen vidas más o menos interesantes o divertidas, o soportables, al menos. Y llega un punto, un sólo paso, con el que lo estropean todo.

Tenían planes a largo plazo, expectativas... y cuando consiguen todo eso, y se han tirado un par de años organizando su vida para llevar a cabo todas esas metas (hasta que por fin llegan), resulta que no se les ocurre nada más a lo que aspirar, algo nuevo que aprender, cualquier cosa que les haga sentir bien más que... hablar, a ser posible, criticando destructivamente, sobre cualquier otra vida que resulte más atractiva que la suya, por ejemplo.... LA TUYA. Y el caso es que cualquier lugar o momento es idóneo para esto... debe ser inconmensurablemente divertido, uf!

Y aquí llega lo que más me molesta:
1. Por qué carecen de empatía, hasta el punto de despellejar a personas que les dan cien mil vueltas como ser humano, quedando ciegos en lo que a la perspectiva de símismos se refiere.
2. Por qué se les olvida que lo que ahora tanto critican lo han hecho igualito no hace tanto tiempo.
3. Por qué se creen autorizados a opinar sobre las vidas de los demás. ¿Es la herencia que nos deja el Tomate, Salsa Rosa, y toda esa televisión de dudosa calidad...?

Ya me gustaría a mí que les importara mi vida lo mismo que me interesan a mí las suyas. Tengo cosas mucho más interesantes en las que ocupar mi tiempo. Como leer un buen libro, celebrar una cena con los buenos amigos o escribir aquí una historia en castúo.

No te jode...!

Si no tienen nada mejor que hacer que eso, que lean uno del marqués de Sade, o un documental que les enseñe lo que está claro que no practican ni mucho, ni bien.

Y si no lo entienden haré un esfuerzo y les doy ideas, que el saber no ocupa lugar.

viernes, diciembre 02, 2005

Chiquino


- ¡Ay, chiquino, a la era a jugá!. Te decía, que macordaba cuando er Jaime pasaba pa'l campo, me se caían los palos del sombrajo cada vez que lo veía tirá pallá, entremientras que hacía como que estrujaba la ropa en el pilón. Me barruntaba vení a trote er curazó, como la mula'l Toño toas las mañanas con los cántaros de la leche..
- Pero Cami, tu tié que vé que'r Jaime é de mu güena familia, aunque él sea asín desamanera tan humirde.
- Como si los jierros me se clavasen cuando la Jacinta lo mira y se le va descocá toa, y sin vergüenza ni pudó, que ya me gustaría a mí no tenel-lo, pa poderme acercá una mijina, aunque sólo sea pa olel-lo.
- Cami... Mía que la Jacinta é hermosa, la niña bonita'l pueblo.
- Ni Cami ni ocho cuartos. Er Jaime las tié a toas comiendo en su mano, pero te viá decí que pa jembras las de mi casta, y asín me quee'n el camino, esta jembra, y sus canne van a sé pa'r Jaime.
- Míalo, pallí va, to tan macho y tan bien parecío.
- Déhate que tié dueña...
- Ay, Cami, que no estoy pa que te enfade.
- Te digo yo que la Jacinta se quita sayas y se queda en ná, que la canne é la que se ve y no la que se esconde y que la Jacinta se adorna má que las mulas en romería.
- Mujé, canne tiene.
- Menos de lo que paece, que los tié a tós engañaos.
- Güeno, pos a vé qué me cuentas mañana, y cuidao, que los grajos no duermen.
- La Jacinta é el grajo má adonnao que he visto yo sin sé romería. ¡Chiquino! Enga ya de güerta, que é la hora de jalá.